miércoles, 13 de enero de 2010




Maldad, ocurre así, sin más, sin dar esclarecimientos. Toda persona es perversa por naturaleza.
 
Es difícil intervenir en los instintos.

Piensa en lo que puede ser bueno para uno mismo, sin importar a quien abata.


Se hace fuerte… se sube el autoestima que nadie le proporciona. Se oculta tras una máscara. Es como un muñeco que es manipulado por sus propensiones.

Llega la dulzura ante ti, sutil. Muestra la cara cordial de la vida, la ingenuidad.
Puede que la maldad intente mancillarla, es una inminencia para ella, una antagonista fuerte, la única que puede hacer de ella un instinto inexistente.




Lujuria… Sexo… Placer.

Maldad no puede lidiar contra eso, por más que intente mediar en ella.

Se hace frágil.

Dulzura se alía con Lujuria…



Maldad queda transparente ante los ojos de las entes.

Sin poder defenderse.

Va creciendo. Inútil. Frustrante, sin que puedas remediarlo.

AMOR
Mostrando la parte más bella de todos y cada uno de nosotros.

Porque cuando él llega… abunda la luz. Nadie puede frenarle.
Es una droga. Frenesí. Sólo quiere profundizar en el alma de otro ser.



Según dicen, en el punto medio está la felicidad. Quizás produzca la estabilidad que todos necesitamos.

-Fotografo/a: Gloria Jaramillo/Marta Franco
-Corrección de fotografías: Marta Franco
-Modelos: Oscar Moreno/Marta Franco/Guadalupe L. Guzmán